San Bernardo del P. Marcelo Molinero, osb
“...toda alma, aunque esté cargada de
pecados, presa de las redes de los vicios, asechada por la seducción, cautiva
en el exilio, encarcelada en el cuerpo, pegada al fango, hundida en el barro,
retenida en los miembros, atada a las preocupaciones, dispersa por el trabajo,
oprimida por los miedos, afligida por el dolor, errante tras el error, inquieta
por la angustia, desazonada por la sospecha y extranjera en tierra hostil; y
como dice el Profeta, contaminada con los muertos, evaluada entre los que yacen
en el infierno; esa alma, repito, puede volverse sobre sí misma, a pesar de
hallarse tan condenada y desesperada, y no sólo se aliviará con la esperanza
del perdón y de la misericordia, sino que también podrá aspirar tranquila a las
bodas del Verbo. No temerá iniciar una alianza de comunión con Dios, no sentirá
pudor alguno para llevar el yugo del amor a una con el Rey de los ángeles...
Ten en cuenta además que este esposo no es sólo un amante, es el amor. ¿Es
acaso el honor? Que lo discuta el que quiera: yo no he leído eso. Sí leí que
Dios es amor, y nunca vi la palabra
honor”.
( SCant 83, 1. 4, BAC. V, pp. 1027.1031).
HERMOSO TEXTO, ME A HECHO PENSAR BASTANTE DE MI ALMA....
ResponderEliminarNos alegra que el texto le sea de ayuda en el camino de regreso al Padre, encuentro con el Esposo. Lo acompañamos en la oración.
EliminarNos alegra que el texto le sea de ayuda en el camino de regreso al Padre, encuentro con el Esposo. Lo acompañamos en la oración.
EliminarNos alegra que el texto le sea de ayuda en el camino de regreso al Padre, encuentro con el Esposo. Lo acompañamos en la oración.
Eliminar