domingo, 12 de julio de 2020

XV DOMINGO DURANTE EL AÑO A



De la parábola del Sembrador

Todos los terrenos de la parábola,
                        Señor,
se encuentran en nuestro corazón.
Superficiales,
acaparados por los cuidados del día,
apegados a tantas futilidades,
y así cedemos a la vanidad;
por lo tanto,
Señor,
infatigable Sembrador,
Tú no ceses de retornar en nuestro corazón
esta buena tierra que permite esperar el fruto.
Entonces, libéranos
de todo lo que no es lo que verdaderamente somos;
de todo aquello que no eres Tú mismo,
y tendremos a bien descubrir
que el fruto llevado en la libertad
infatigablemente, permanece…


[P. Talec, Un grand désir, Paris, Centurion, 1971, p.179, Traducción P. Marcelo Maciel, osb]

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