lunes, 18 de mayo de 2015

HOMILÍA DEL ABAD EN LA SOLEMNIDAD DE LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR 2015

¿Qué celebramos? Como todos los misterios de Cristo a esta fiesta se la puede mirar desde distintos ángulos y nunca lograremos agotar su sentido.
Pocas horas antes de morir Jesús le pidió un regalo a su Papá:  “Ahora, Padre, glorifícame junto a ti, con la gloria que yo tenía contigo antes que el mundo existiera” Jn 17,5 y en la Ascensión el Padre le hace a su Hijo este regalo; Ascensión regalo del Padre Dios a su Hijo Jesús. Si nos dicen que un chico le pidió a su papá una bicicleta y este se la regaló, entendemos enseguida; pero ¿qué regalo pidió Jesús?... Nosotros empezamos a existir cuando nueve meses antes de nuestro nacimiento somos concebidos en el seno de nuestra mamá; antes no existíamos. Jesús también comenzó a existir nueve meses antes de la Navidad, el 25 de Marzo fiesta de la Anunciación, cuando la Virgen María, dio su sí al proyecto del Padre. Pero Jesús además de ser hombre como nosotros, era Hijo de Dios. “Al principio existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios y la Palabra era Dios” Jn 1,1 “ Y la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros. Y nosotros hemos visto su gloria, la gloria que recibe del Padre como Hijo único” Jn 1,14  Jesús Hijo de Dios desde siempre, comenzó a ser hombre en un determinado día en el tiempo. San Pablo reflexionando sobre esto nos dice en la carta a los Filipenses: “Él, que era de condición divina, no consideró esta igualdad con Dios como algo que debía guardar celosamente: al contrario, se anonadó a sí mismo, tomando la condición de servidor y haciéndose semejante a los hombres se humilló hasta aceptar por obediencia la muerte y muerte de cruz. Por eso, Dios lo exaltó
y le dio el Nombre que está sobre todo nombre, para que al nombre de Jesús, se doble toda rodilla en el cielo, en la tierra y en los abismos, y toda lengua proclame para gloria de Dios Padre: ¡Jesucristo es el Señor”! Fil 2,6-11. “Dios lo exaltó” El Padre escuchó la súplica de Jesús en la Resurrección y en la Ascensión.
La Ascensión y nosotros: Jesús en ese diálogo con su Papá pocas horas antes de morir no pensó sólo en sí mismo, también le pidió al Padre para sus discípulos y para nosotros:” Padre, quiero que los que tú me diste estén conmigo donde yo esté, para que contemplen la gloria que me has dado” Jn 17,24 También este regalo le hizo el Padre a su Hijo el día de la Ascensión: “Con Cristo Jesús nos resucitó y nos hizo reinar con él en el cielo” Ef 2,6  Ascensión nuestra fiesta…
            Miremos la Ascensión desde otro ángulo: La ausencia de Jesús, su presencia y nuestra misión.
Ausencia de Jesús: “Salí del Padre y vine al mundo. Ahora dejo el mundo y voy al Padre” Jn 16,28. “Se separó de ellos y fue llevado al cielo” Lc 24,51
Presencia de Jesús: “Yo estaré siempre con ustedes hasta el fin del mundo” Mt. 28,20.
Nuestra misión: "Yo he recibido todo poder en el cielo y en la tierra. Vayan, entonces, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,  y enseñándoles a cumplir todo lo que yo les he mandado.” Mt 28,18-20.
La ausencia física de Jesús era evidente para los discípulos y es evidente para el hombre de hoy creyente o no creyente.
Su presencia: Jesús actuando hoy en la historia sólo se descubre desde la fe. Nosotros porque tenemos fe la comprobamos y creemos. La misión del cristiano, de todo bautizado es ser, para todo hombre de buena voluntad la revelación de Jesús actuante en la historia.

PREGUNTAS: 
¿Cómo está actuando Jesús en mi vida?  
¿En mi comunidad?
¿en el mundo?      

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