Jesús nos aparece como un hombre que:
·
Obtiene sabiduría del mundo que lo rodea;
·
Ve más allá de las apariencias;
·
Renuncia al control;
·
Respeta la voluntad del Padre;
·
Confía en la voluntad del Padre;
·
Coopera en el plan del Padre;
·
Es paciente con la llegada de la hora.
Eso fue Jesús, es lo que nosotros estamos llamados a ser.
Michel Casey, OCSO,
Plenamente
humano, Plenamente Divino.
Una Cristología interactiva,
San Pablo, p. 114.
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