I. En la primera lectura del Segundo Libro de Samuel, lo
importante para hoy es la relación que tiene con el evangelio de la
Anunciación.
David quiere construirle una casa al Señor, y el Señor
rechaza la oferta y dice que Él le va a construir una casa a Dav id: “Tu casa y tu reino durarán
eternamente delante de mí, y tu trono será estable para siempre”. Encontramos
un doble sentido de la palabra casa;
para David: un edificio, el templo; para Dios: una familia, la familia real.
Pero podemos hacer otra observación importante a este
texto. En el salmo 49 Dios dice solemnemente a su pueblo que no necesita
sus sacrificios de corderos y cabritos “porque es mío el orbe y cuanto
contiene”. Lo que quiere Dios de su pueblo es un “sacrificio de alabanza”…
Podemos estar tentados de “pagarle” a Dios lo que nos regaló o “comprarle” lo
que le pedimos… Todo es gracia, todo es gratuito. Nunca vamos a merecer nada de
parte de Dios; lo que Él quiere es que abramos nuestro corazón a sus regalos
como hizo María.
II. El evangelio de la Anunciación: Nunca terminaremos de
captar la hondura del misterio contado con tanta sencillez; nunca terminaremos
de entender la profundidad de la fe de María, de su entrega y confianza…
Un primer riesgo de error: imaginar en María
“conocimientos teológicos” que implicarían un total anacronismo… María como
buena israelita de su tiempo no podía imaginar el misterio de la Sma. Trinidad.
“El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con
su sombra… Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios”. Sí, en cambio pudo
entender que Dios le estaba proponiendo ser madre del Mesías: “El Señor Dios le
dará el trono de David su Padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y
su Reino no tendrá fin”.
María hace una sola pregunta: “¿Cómo puede ser eso si yo
no tengo relación con ningún hombre?”. Es decir “¿qué tengo que hacer?”. La
respuesta del Ángel: “El Altísimo te cubrirá con su sombra”. El SÍ rotundo de
María es pronunciado desde la obscuridad de la fe…
“Yo soy la esclava del Señor…” El esclavo confía y
obedece. “Que se haga en mí según tu palabra” En griego el verbo esta en
optativo, que implica deseo, voluntad de…
Lucas no dice que en ese momento María quedó embarazada…
Se lo va a decir su prima Isabel…
María sin duda se queda en honda adoración…
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