HOMILÍA DEL ABAD
BENITO
EN LA SOLEMNIDAD DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN
María concebida sin pecado
Ella, como nosotros,
redimida por la sangre preciosa de su Hijo Jesús.
Pero con una gran
diferencia: A nosotros nos manchó el pecado. A Ella no. La Sangre de su Hijo la
preservó.
El Evangelio de hoy nos
habla de la Virgen concibiendo a su Hijo por obra del Espíritu Santo: Virgen y
Madre…
El Ángel a María: 1)
¡Alégrate! 2) Llena de gracia. 3) El Señor está contigo.4) No temas. 5) El Espíritu
Santo descenderá sobre ti. 6) No hay nada imposible para Dios.
María al Ángel: 1) He aquí
la esclava del Señor. 2) Que se cumpla en mí su Palabra.
Alegría, confianza,
fecundidad.
Hoy a nosotros, a todas las
comunidades que ustedes representan: San Javier, Raco, El Siambón, y todas las
demás… Dios nos dice:
¡Alégrense! Tal vez vengamos
con muchas angustias, dolor, desaliento… ¿De donde la alegría?... Porque
“llenos de gracia” porque en nuestro bautismo fuimos elegidos y consagrados. Él
está con nosotros… Alégrense;
No teman!!
¿A qué nos llama el Señor?
Bautizados-misioneros… Cristianos-misioneros… Antes del Concilio: el laicado un
elefante dormido…El Espíritu Santo lo despertó… No se trata siempre de grandes
obras, tipo Madre Teresa de Calcuta; pero sí de cosas pequeñas pero
importantísimas: las oraciones del cristiano no hay que aprenderlas en el
catecismo de primera comunión de boca de las catequistas, varios años antes el
papá y la mamá se las tienen que enseñar a sus hijos y con ellos las tienen que
rezar… Las catequistas no son las primeras formadoras en la fe para los niños;
los primeros y más importantes son los padres. A eso se comprometen cuando
traen a bautizar a sus hijos; “con la palabra y el ejemplo”.
No tengan miedo; el Espíritu
Santo descenderá sobre ustedes, no hay nada imposible para Dios. Sus hijos son
hijos de ustedes; pero antes son hijos de la Virgen María, madre de todos…
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