“[la historia
de la Anunciación] es la declaración literal del misterio conforme a las
palabras conocidas y consagradas por el relato evangélico, el punto de partida
para la exposición contemplativa, la exposición moral o la meditación personal”
(Thomas Merton, p, 134)
LECTIO
DIVINA DE LC 1, 26-38.
26
En el sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea,
llamada Nazaret,
27
a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia
de David, llamado José. El nombre de la virgen era María.
28
El Ángel entró en su casa y la saludó, diciendo: «¡Alégrate!, llena de gracia,
el Señor está contigo».
29
Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía
significar ese saludo.
30
Pero el Ángel le dijo: «No temas, María, porque Dios te ha favorecido.
31
Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús;
32
él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono
de David, su padre,
33
reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin».
34
María dijo al Ángel: «¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relaciones con ningún
hombre?».
35
El Ángel le respondió: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del
Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado
Hijo de Dios.
36
También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era
considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes,
37
porque no hay nada imposible para Dios».
38
María dijo entonces: «Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que
has dicho». Y el Ángel se alejó.
El anuncio del
nacimiento de Jesús
1,26-38
Segundo cuadro del primer díptico. Si el esquema literario es semejante, las
diferencias resaltan más: protagonista no es el padre, sino la madre (ambos en
Jue 13); la objeción no es esterilidad, sino virginidad; fe frente a
desconfianza; no es respuesta a una petición, sino pura iniciativa divina; la
concepción será obra prodigiosa de Dios y su Espíritu; la "grandeza"
del niño será su condición de sucesor de David, rey Mesías, más que profeta
(ella será madre del rey heredero, con título de reina, según la tradición del
AT) Escenificaciones con ángeles y diálogos, pertenecían a las convenciones
literarias de la época.
Coordenadas
temporales (Herodes, seis meses) y espaciales (Nazaret, casa), antropológicas
(virgen) y culturales (desposada, familia de David).
1,26-27
Gabriel anuncia los sucesos finales (Dn 8,16) Galilea era zona limítrofe, lejos
de Jerusalén; Nazaret un pueblo sin importancia (cfr Jn 1,46, 7,52), cerca de
la importante ciudad Séforis.
María
estaba "prometida", con el vínculo legal de los esponsales, pero sin
haber celebrado aun la boda, comienzo de la cohabitación José era descendiente
de David, venido a menos, más tarde nos dará Lucas el árbol genealógico
(3,23-38, cfr 1 Cr 3,1-24).
1,28-29
El saludo comente griego (khaire) suena con los armónicos de una rica tradición
bíblica (p ej Jl 2,21, Sof 3,16) "Favorecida" es uno de esos
participios pasivos, casi títulos que conocemos por la literatura profética
(Compadecida Os 2,3, Preferida Is 62,4). El Señor está contigo: "Dios con
nosotros" ('immanu'el) es el nombre del anunciado en Is 7,14-15 y es
expresión propia de momentos importantes (Ex 3,12, Jue 6,12, Jr 1,19). Ahora el
anunciado se llamara Jesús (= el Señor salva).
1,32-33
Es el descendiente de David (2 Sm 7), heredero legitimo del trono (Jr 23,5),
llevara el titulo mesiánico de Hijo del Altísimo (Dios, según 2 Sm 7,14, Sal
2,7; 89,27-28), y tendrá un reinado perpetuo (Is 9,6; Sal 72,5, 89,37, Miq 4,7).
1,34
La objeción, pieza normal en el género, es única: hace sentido en un contexto
de virginidad elegida. Así lo ha leído la tradición Sirve para introducir la
respuesta.
1,35-37
En un párrafo breve recibimos por boca del ángel un resumen de Cristología. La
maternidad será obra del Espíritu (cfr Jn 3,5), obrara el "poder" de
Dios como sombra que fecunda (cfr Sal 91,1; 121,5). Por la acción del Espíritu
nacerá consagrado, "santo" por excelencia (4,34, véase el titulo
divino Santo de Israel en Is 5,19 24, 37,23, etc ). Y será Hijo de Dios de modo
especial (3,21).
La
maternidad de Isabel sirve de señal no solicitada de lo anunciado, del poder
divino (Job 42,2, Gn 18,14). María no usa un verbo activo en primera persona,
"cumpliré" (Ex 19,8), sino un intransitivo "suceda" lo que
ha dicho el ángel, es decir, la acción divina y su consecuencia (como en un
nuevo Génesis). La tradición ha escuchado el asentimiento de María como
pronunciado en nombre de la humanidad.
Ejercicio: Continuar con la lectio personal del texto.
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