miércoles, 15 de enero de 2020

AÑO MARIANO NACIONAL: CONTEMPLANDO LA MATERNIDAD DE MARÍA EN LOS OJOS DEL “DULCE POETA” DE LA VIRGEN (II°)

 SUBSTRATO BÍBLICO DE SU DEVOTIO/MÍSTICA MARIANA (I)



“[la historia de la Anunciación] es la declaración literal del misterio conforme a las palabras conocidas y consagradas por el relato evangélico, el punto de partida para la exposición contemplativa, la exposición moral o la meditación personal” (Thomas Merton, p, 134)




LECTIO DIVINA DE LC 1, 26-38.



26 En el sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret,

27 a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María.

28 El Ángel entró en su casa y la saludó, diciendo: «¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo».

29 Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo.

30 Pero el Ángel le dijo: «No temas, María, porque Dios te ha favorecido.

31 Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús;

32 él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre,

33 reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin».

34 María dijo al Ángel: «¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relaciones con ningún hombre?».

35 El Ángel le respondió: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios.

36 También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes,

37 porque no hay nada imposible para Dios».

38 María dijo entonces: «Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho». Y el Ángel se alejó.


El anuncio del nacimiento de Jesús


1,26-38 Segundo cuadro del primer díptico. Si el esquema literario es semejante, las diferencias resaltan más: protagonista no es el padre, sino la madre (ambos en Jue 13); la objeción no es esterilidad, sino virginidad; fe frente a desconfianza; no es respuesta a una petición, sino pura iniciativa divina; la concepción será obra prodigiosa de Dios y su Espíritu; la "grandeza" del niño será su condición de sucesor de David, rey Mesías, más que profeta (ella será madre del rey heredero, con título de reina, según la tradición del AT) Escenificaciones con ángeles y diálogos, pertenecían a las convenciones literarias de la época.

Coordenadas temporales (Herodes, seis meses) y espaciales (Nazaret, casa), antropológicas (virgen) y culturales (desposada, familia de David).

1,26-27 Gabriel anuncia los sucesos finales (Dn 8,16) Galilea era zona limítrofe, lejos de Jerusalén; Nazaret un pueblo sin importancia (cfr Jn 1,46, 7,52), cerca de la importante ciudad Séforis.

María estaba "prometida", con el vínculo legal de los esponsales, pero sin haber celebrado aun la boda, comienzo de la cohabitación José era descendiente de David, venido a menos, más tarde nos dará Lucas el árbol genealógico (3,23-38, cfr 1 Cr 3,1-24).

1,28-29 El saludo comente griego (khaire) suena con los armónicos de una rica tradición bíblica (p ej Jl 2,21, Sof 3,16) "Favorecida" es uno de esos participios pasivos, casi títulos que conocemos por la literatura profética (Compadecida Os 2,3, Preferida Is 62,4). El Señor está contigo: "Dios con nosotros" ('immanu'el) es el nombre del anunciado en Is 7,14-15 y es expresión propia de momentos importantes (Ex 3,12, Jue 6,12, Jr 1,19). Ahora el anunciado se llamara Jesús (= el Señor salva).

1,32-33 Es el descendiente de David (2 Sm 7), heredero legitimo del trono (Jr 23,5), llevara el titulo mesiánico de Hijo del Altísimo (Dios, según 2 Sm 7,14, Sal 2,7; 89,27-28), y tendrá un reinado perpetuo (Is 9,6; Sal 72,5, 89,37, Miq 4,7).

1,34 La objeción, pieza normal en el género, es única: hace sentido en un contexto de virginidad elegida. Así lo ha leído la tradición Sirve para introducir la respuesta.

1,35-37 En un párrafo breve recibimos por boca del ángel un resumen de Cristología. La maternidad será obra del Espíritu (cfr Jn 3,5), obrara el "poder" de Dios como sombra que fecunda (cfr Sal 91,1; 121,5). Por la acción del Espíritu nacerá consagrado, "santo" por excelencia (4,34, véase el titulo divino Santo de Israel en Is 5,19 24, 37,23, etc ). Y será Hijo de Dios de modo especial (3,21).

La maternidad de Isabel sirve de señal no solicitada de lo anunciado, del poder divino (Job 42,2, Gn 18,14). María no usa un verbo activo en primera persona, "cumpliré" (Ex 19,8), sino un intransitivo "suceda" lo que ha dicho el ángel, es decir, la acción divina y su consecuencia (como en un nuevo Génesis). La tradición ha escuchado el asentimiento de María como pronunciado en nombre de la humanidad.

Ejercicio: Continuar con la lectio personal del texto.

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