Dom
Marcelo Molinero, osb., Anunciacião florida, Acrílico sobre madera, 2001.
- Es una representación de la
Anunciación en base a una Homilía de san Bernardo de Claraval: Homilía 4,8-9;
Oficio Romano, I, p. 309.
Además:
- EL ÁRBOL LOS CUATRO RÍOS DEL
FONDO
Se refieren al jardín del Edén
(cf. Gn 2,8-10.15) del que fue expulsada la humanidad (cf. Gn 3,1-13,17), y al
que puede volver la humanidad (cf. Ez 36,33-36) en María (cf. Ct 4,12-15; Is
66,12-14ª).
- ALÉGRATE
Hace referencia al saludo del
Ángel (cf. Lc 1,28), donde la promesa mesiánica resuena a favor de la Hija de
Sion (cf. Zac 9,9; 2,14-17; Sof 3,14-18ª; Is 12, 1-6; Joel 2,21-23.26-27).
- EL AZUL CON LAS ESTRELLAS
Es la divinidad de Dios Padre y
el Espíritu Santo, de la cual está vestida María (Lc 1,35; cf. Is 61,10-11).
El H[no]. Fermín [Gainza], en su
librito "Alégrate", sobre el Rosario con cláusulas bíblicas
(publicado por [la Editora] San Pablo), nos dejó este bello testimonio de su
oración ante el icono de la Anunciación del P. Marcelo Molinero.
Rezar ante este icono, es
asomarse a una ventana abierta hacia los cielos. Puede verse el azul lleno de
estrellas tras la mano del Padre, tras el vuelo de la Paloma y también –en
pleno día- en la estola del diácono arcangélico. Pero el cielo desborda en la
cascada del manto de María, en quien el Verbo va haciendo su morada misteriosa
vislumbrada en la luz de tres luceros, impronta de la Santa Trinidad que marcan
en María el triple sello de la fe, la esperanza y el amor y la convierten en un
vivo templo. María piensa, seria, en la alegría que le anuncia el celeste
mensajero. Sus manos interrogan el sentido. Como Moisés ante la zarza ardiendo,
María escucha con los pies descalzos posados en la paz de un nuevo suelo donde
surge el designio del Señor como un árbol florido: su proyecto de reunirnos a
todos en su Hijo y convertirnos en su Pueblo nuevo. Proyecto dibujado
globalmente que espera la señal del sí materno. Y María lo dice con sus ojos y
la elocuencia fiel de su silencio. Rezar ante este icono, es descubrir la fuente
de la paz y los senderos que llevan hacia el cielo nuestras vidas con la gracia
y la fuerza de su ejemplo. Rezar ante este icono, desgranando los “alégrate”
frente a los misterios. Rezar ante este icono, recordando la alegría del Niño y
su Evangelio, la luz de su enseñanza salvadora, sus dolores al peso del madero
y la gloria de su resurrección, es recibir al fin un nuevo aliento para seguir
viviendo día a día el proyecto de Dios en nuestro tiempo. Pascua florida,
Anunciación florida, primavera filial de nuestro rezo.
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