El Ritual propone la lectura del inicio del Prólogo de la RB. San Benito se presenta como Maestro que te ofrece “preceptos”, orientaciones de vida. Se presenta al mismo tiempo como Padre piadoso, que te da buenos consejos y te pide que lo escuches con corazón abierto y sincero. Inmediatamente te pide obediencia y te hace una promesa: “Así volverás por el trabajo de la obediencia a Aquel del que te habías alejado por la desidia de la desobediencia”. Hay una partida desde una situación mala, hay un camino y hay una llegada. La situación mala “alejado de Dios”, el camino “la obediencia” y la llegada “al Padre por Cristo Señor y verdadero Rey”
Dos aspectos de la obediencia; el primero negativo: “renunciar a las propias voluntades” a nuestros antojos y caprichos; también a nuestros legítimos proyectos cuando Dios nos los cambia por los suyos, como a San José…
El segundo aspecto el positivo: hacer la voluntad del Padre, como Jesús: “mi alimento es hacer la voluntad del Padre. Jesús vivió y murió en tensión hacia la voluntad del Padre, “que se haga tu voluntad y no la mía”
El texto bíblico es un texto que señalaste como importante en tu vida y que te interpela.
Jesús habla dos veces de mandamientos, una vez de su mandamiento y de su equivalente “lo que yo les mando”. Un error grave sería confundirlos con “leyes”. Como dijo alguna vez Joaquín Jeremías “no se trata de Ley sino de Evangelio, buena noticia”. “Este es mi mandamiento: ámense unos a otros como yo los he amado”. Como el Padre me amó también yo los he amado a ustedes” Una concatenación de amor: El Padre ama al Hijo, el Hijo nos ama a nosotros y nosotros amamos a nuestros hermanos. Jesús nos amó en la misma medida con que fue amado por el Padre; amor infinito; amor que concretizó al dar su vida por nosotros. Fruto de ese amor es la alegría; “les he dicho esto para que mi gozo sea el de ustedes”.
Fruto de ese amor es la dimensión contemplativa del monje: “Ya no los llamo servidores, porque el servidor ignora lo que hace su señor, yo los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que oí de mi Padre” Conocimiento no sólo intelectual sino conocimiento-comunión esto es la contemplación.
Todo esto no es iniciativa del discípulo sino de Jesús. “No me eligieron ustedes a mí, sino que yo los elegí a ustedes” Esto te tiene que llenar de confianza. Las elecciones de Jesús son eficaces. El es Fiel.