sábado, 6 de octubre de 2018

ACATISTOS AL DULCISIMO JESUS (VII)

DULCE JESÚS, CORDERO INMOLADO Y GLORIFICADO



 

K. 7. Queriendo revelar el misterio escondido desde los siglos, como un cordero mudo has sido inmolado, Jesús[1]. Siendo Dios, has resucitado de entre los muertos y has subido al cielo en la gloria[2]. Contigo, nosotros hemos resucitado, y te aclamamos[3]: Aleluya.

I.7.Ante nuestros ojos hiciste tu obra maravillosa cuando el Creador, nacido de la Virgen, se manifestó, resucitó de la tumba y se presentó corporalmente a los apóstoles que estaban con las puertas cerradas. Por esto, maravillados cantamos con fuerza[4]:

Jesús, Verbo incomprensible[5].

Jesús, Palabra impenetrable[6].

Jesús, poder inaccesible[7].

Jesús, sabiduría inconcebible[8].

Jesús, divinidad inmensa[9].

Jesús, Señor de todo el universo[10].

Jesús, soberanía infinita[11].

Jesús, fuerza estrepitosa[12].

Jesús, poder eterno[13].

Jesús, mi Creador, ten compasión de mí[14].

Jesús, Salvador, sálvame[15].



Juan 20, 19-31.
19 Al atardecer de ese mismo día, el primero de la semana, estando cerradas las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, por temor a los judíos, llegó Jesús y poniéndose en medio de ellos, les dijo: «¡La paz esté con ustedes!». 20 Mientras decía esto, les mostró sus manos y su costado. Los discípulos se llenaron de alegría cuando vieron al Señor. 21 Jesús les dijo de nuevo: «¡La paz esté con ustedes! Como el Padre me envió a mí, yo también los envío a ustedes» 22 Al decirles esto, sopló sobre ellos y añadió «Reciban al Espíritu Santo. 23 Los pecados serán perdonados a los que ustedes se los perdonen, y serán retenidos a los que ustedes se los retengan». 24 Tomás, uno de los Doce, de sobrenombre el Mellizo, no estaba con ellos cuando llegó Jesús. 25 Los otros discípulos le dijeron: «¡Hemos visto al Señor!». El les respondió: «Si no veo la marca de los clavos en sus manos, si no pongo el dedo en el lugar de los clavos y la mano en su costado, no lo creeré». 26 Ocho días más tarde, estaban de nuevo los discípulos reunidos en la casa, y estaba con ellos Tomás. Entonces apareció Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio de ellos y les dijo: «¡La paz esté con ustedes!». 27 Luego dijo a Tomás: «Trae aquí tu dedo: aquí están mis manos. Acerca tu mano: Métela en mi costado. En adelante no seas incrédulo, sino hombre de fe». 28 Tomas respondió: «¡Señor mío y Dios mío!. 29 Jesús le dijo: «Ahora crees, porque me has visto. ¡Felices los que creen sin haber visto!». 30 Jesús realizó además muchos otros signos en presencia de sus discípulos, que no se encuentran relatados en este Libro. 31 Estos han sido escritos para que ustedes crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y creyendo, tengan Vida en su Nombre.



  1. Oración completa de glorificación de Dios, acción de gracias, petición de perdón y súplica implorando los magníficos bienes celestiales.
  2. Relación personal del orante con el Señor: Nuestra resurrección-ascensión (“contigo, nosotros hemos resucitado”). El bautismo es participación en su Misterio. Pascua: Salvación, Nueva Creación. Jesús: Salvador, Creador. Alabanza a Dios que utiliza un lenguaje que afirma y niega a la vez: via eminentiae (“queriendo revelar el misterio escondido desde los siglos”).
  3. Misterio de Jesucristo en su dimensión pascual: Jesús, es la Oveja muda, Cordero Pascual (Cf. Jn 1, 29.36; Ap 5,6; 7,17; 17, 7.9.14), que implica la Encarnación (“cuando el Creador nacido de la virgen, se manifestó”), Pasión, Muerte, Resurrección y Ascensión. “Señor mío y Dios mío”. “Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios”.
  4. Ícono narrativo de la aparición del Resucitado (Jn 20, 19-31). Paralelo entre: a) nacimiento virginal-apareció, b) resurrección de la tumba-se levantó, c) aparición con las puertas cerradas-entró. En los tres casos las puertas estaban cerradas. Aparición (con su cuerpo, heridas de las manos y costado) a los discípulos para darles el Espíritu Santo.
  5. Textos bíblicos: 1 Timoteo 3, 16; Hechos 1, 3-11; 8, 26-39.

[1] Al desear develar el misterio vedado (escondido – B) por todos los tiempos (siglos – B), fuiste conducido como un cordero (oveja – B) para ser sacrificado, Oh Jesús (A), como una oveja muda ante el trasquilador (B).
[2] Pero como Dios has resucitado (Te levantaste – B) de entre los muertos y has ascendido gloriosamente a los cielos (A).
[3] Y (junto contigo – B) nos elevas (levantaste – B) a nosotros, que te aclamamos (A),…los que clamamos (B).
[4] Haciéndote presente como criatura, Te revelaste como nuestro Creador. Concebido sin intervención humana de una Virgen, resucitaste del sepulcro sin romper los precintos y entraste con Tu cuerpo, allí donde estaban loa Apóstoles a puertas cerradas. Frente a todos, maravillados, Te cantamos (A), Nueva fue la Creación que nos reveló el Creador cuando El apareció, pues, sin simiente tomó carne de una Virgen y se levantó de la tumba; sin romper el sello de ambas y con su cuerpo, entró hasta los Apóstoles mientras las puertas estaban cerradas. Así, maravillosamente ante esto cantamos (B).
[5] Palabra innominable (A), incontenible (B).
[6] Inestimable (A), Inteligencia insondable (B).
[7] Fuerza inalcanzable (A), Poder incomprensible (B).
[8] Impensable (A), inconmensurable (B).
[9] Indescriptible (A), irrepresentable (B).
[10] Potencia incalculable (A), Dominio ilimitado (B). Se agrega: Jesús, reino invencible (A-B).
[11] Interminable (B). Se agrega: Jesús, Señorío inimitable (A).
[12] Altísima (A), sublime (B).
[13] Potencia eterna (A), Autoridad eterna (B).
[14] Creador nuestro, sé benevolente (A), fórmame de nuevo (B).
[15] Nuestro, sálvanos (A). Se agrega: Jesús, Hijo de Dios: ten piedad de nosotros (A), ten piedad de mi (B).

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